Han pasado 3 semanas. ¡Que lejano parece todo!. Jose Manuel me envía su relato de esos días y lo dejamos aquí para la posteridad.
I
Hola. En un momento que tengo me pongo por fin a escribir. Es sábado y son las 8 de la mañana, y los niños están duchándose para ir a Pamplona, a ver si encontramos la levadura que le faltaba a la tía Melitona.
El martes llegamos sobre las 5 y media de la tarde. Fuimos los primeros en aterrizar y esperamos a los otros colegios jugando en el patio. Se repartieron habitaciones. Fue fácil: los chicos a la derecha, las chicas a la izquierda. Tras la cena, más juegos (buscaron su otro yo). Al final, la leyenda del , las habitaciones y a dormir.
El tute empezó el miércoles: diana a las 8, desayuno, preparación de actividades y al valle de Baztán. Vimos el señorío de Bértiz, parque natural con plantas de todo el mundo. Hicimos un juego de pistas, jugamos al fútbol con otros coles (¡Zipi, Zape! ¡Elizalde al ataque! ¡Mortadelo, Filemón! ¡Elizalde campeón! ). Comimos en un restaurante al lado del Bidasoa; y más actividades: Molino de viento de Amaiur: nos comimos las tortas que nos enseñaron a hacer. Subimos andando El Angliru, que aquí lo llaman Monte Gaztelu y vuelta a Puente La Reina.
Nos tocó nuestra presentación y salimos bien del apuro: algún que otro nervio pero nuestro banquillo es excelente.
El jueves fue más tranquilo. Por la mañana en Puente La Reina cruzamos el puente románico en silencio (como debe hacerse: en silencio y contando los pasos) y visitamos la iglesia de Santiago. Volvimos a la Escuela hogar para la comida. Como postre tuvimos 3 km de Camino de Santiago, hasta Obanos, pero en dirección contraria: nuestro GPS estaba estropeado. Tras el oportuno arreglo, autobús hasta Estella, juego de pistas por grupos allí y una hora de relax en la plaza de los Fueros. Terminaron las presentaciones ese día y a descansar.
Viernes: el día D (de DELPALIZÓN). Entre las 3500 cosas que hicimos, los buitres comiendo en su muladar. Los vimos a distancia porque a esa hora no son muy cariñosos. Cruzamos la Foz de Lumbier paseando, visitamos la Foz de Arbayún desde un mirador. Más de 380 metros de profundidad (gente que se ha caído desde arriba ha muerto de hambre antes de llegar al suelo). Visitamos en Burgui una almadía, una carbonera y una nevera; en Baztán, jugamos a la pelota; en el valle de Belagua, el dolmen de Arrako. Volvimos por Aragón, bordeando el embalse de Yesa y a cenar.
II
Aquí estamos, de nuevo. Madrugando, como siempre. Es domingo 10 y voy a contar rápidamente lo que hicimos ayer.
A Pamplona hemos de ir…, pero antes paramos en la iglesia románica de Santa María de Eulate, con su reloj de sol y sus marcas de los canteros. Después subida al puerto del Perdón, donde varios peregrinos descansaban o reanudaban el camino. ¿Por dónde irán los tres canadienses? (Very nice people. Just 732 kilometres to Santiago).
Ya en Pamplona, visitamos la Ciudadela. Después, invocación a San Fermín y comienzo del encierro: curva de Mercaderes, Estafeta… y burladeros de la entrada a la plaza de toros.
Después de comer, relax para algunos en un parque. Para otros y otras, fútbol, con una mezcla de pressing catch y boxeo.
Plaza del Castillo, enésimo recuento, grupos de 3 a 5 y ¡A COMPRAAAAAR! Vuelta a la plaza, tambores lejanos que parecía que nos despedían y vuelta al hogar. Tras la cena, más juegos y reparto de regalos. Tras ver la ciudad más poblada de Navarra, hoy nos esperan “siertos desiertos desiertos”… Ya lo contaré.
III
La parte final del viaje, la cuento desde casa. El día 10 salimos muy temprano y, pasando por Mendigorría, llegamos a Artajona. Allí, en el recinto de la ciudad medieval, hicimos un juego de pistas, al lado de la iglesia. Cada grupo compuso un poema y fueron leídos por un portavoz. Además, el bocadillo de media mañana para reponer fuerzas.
Pasamos por Tafalla y nos dirigimos a las Bardenas Reales. Vimos los cabezos (nombre magistralmente puesto), como el de Castilfuerte y paseamos por un barranco.
Empujamos el autobús que se había “estropeado” y comimos en “Los Abetos”, cerca de Valtierra. Vuelta al autobús y llegamos a Olite. Allí tuvimos la única visita guiada (de las demás, se encargaron Oskar y Mar). Vimos el castillo, subimos a sus torres y vimos también la iglesia gótica.
Una vez en Puente La Reina, preparamos las maletas y, tras la cena, en el concurso “Quieres Ser Millonario” de la excursión. TODAS las preguntas fueron contestadas correctamente.
El lunes 11 regresamos, poco que contar: comimos un bocadillo antes de Burgos e hicimos la comida en Tudanca, cerca de Aranda de Duero. Mucho cansancio y llegada a San Martín sobre las 17.15. Todos con ganas de repetir.
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